EL mercado de pescado de Tsukiji es el mercado de pescado más grande del mundo. Japón es el
mayor consumidor de pescado y (aunque no se si es una leyenda
urbana) España el segundo, así que algo se tiene que mover allí.
El mercado está en Tokio y desde Yokohama se tarda alrededor de una
hora y cuarto. La hora de mayor actividad es sobre las 5 de la
mañana, así que es facil calcular a aqué hora te trienes que levantar
para llegar desde Yokohama. Yo aún dormí algo, pero
fui con Agustín mi vecino, que al final se lió a ver la tele y a hablar
con España y no durmió. Ah, y después del mercado había que ir a
trabajar.
El caso es que fuimos para allá y cuando llegamos y andabamo buscando la entrada vimos una pareja de franceses y les preguntamos. De repente nos dicen que hasta las 9 no dejan entrar a los visitantes. ¿Cómo? ¿Hasta las 9? Después de haber ido hasta allí a las 6 de la mañana, ni de coña.
Resulta que el mercado lo recomiendan en todas las guías de viaje, y
claro cada día acuden muchos turistas a sacar fotos. Y aunque no
quieras estorbas a la gente que va por allí con cajas o con los famosos
carricoches asesinos que recorren el mercado como
enjambres. Pero es que además de los que estorban sin querer están los
que llegan borrachos (la zona de copas para extranjeros está cerca) y se
ponen a hacer el bobo. Con la suerte de que el día que va la televisión
japonesa a grabar esto pillan a dos borracos
haciendose fotos chupando los atunes y robando carricoches.
Pero como buenos españoles que somos nos apañamos para entrar en el mercado. Al principio timidamente, pero luego ya sacamos la cámara e hicimos fotos, aunque siempre tratando de no molestar. Recorrimos el mercado de arriba abajo, si bien la verdad es que esta vez no me pareció tan grande como hace 4 años. Siempre las cosas sorprenden más la primera vez que vas.
Vimos a los enormes atunes rojos que están esquilmando en Japón y en todo el mundo, ahora que la comida japonesa está tan de moda. Vimos como los cortaban con espadas hasta hacer lo trozos finos que lleva el sushi. Para los congelados utilizaban mejor una sierra mecánica. Vimos todo tipo de moluscos, anguilas, pulpos, etc etc.
Al cabo de algo más de un ahora dijimos de volver porque había que
volver a Yokohama a currar. En ese momento aparece un policia con una
hojita en inglés expllicando que no podíamos estar allí hasta las 9, que
le acompañaramos a la salida y bla bla bla.
Así que le dijimos. "Vale". Y nos acompañó a la salida lo cual le
agradecimos pues no es tan facil de encontrar.
En los alrededores del mercado hay restaurantes de sushi, tiendas de cuchillos y de artculos de cocina y un para de puestos de souvenirs.Desayunar sushi no nos apatecía mucho así que los dejamos pasar y nos fuimos a la estación de tren de vuelta a Yokohama.
Y esta fue mi última excursión en Japón, antes de regresar para España. Y aunque la experiencia ha sido complicada, muchas cosas se echan de menos. Y es que en la distancia sólo te quedan los mejores recuerdos.