jueves, 19 de abril de 2012

Nikko

Nikko es una de las visitas más típicas que se hacen desde Tokio.


Ha sido uno de los lugares m´s importantes de Budismo y Sintoismo desde 1600 por lo que tiene templos muy importantes, y además es una zona de montaña con lagos y cataratas lo que hace que el entorno sea todavía más espectacular.

En teoría está cerca de Tokio, pero el caso es que yo tarde más de 3 horas en llegar desde Yokohama, y 4 en volver. Aunque pensándolo bien, para Japón quizá eso es cerca.


Una vez en la estación de Nikko tienes que coger un autobús que te lleva a la zona donde están los palacios y templos, que es Patrimonio de la Humanidad. A la entrada, como en todos los templos sintoistas,  encontrarás un Torii para separar el espacio sagrado del profano.


Una vez dentro, pagas una entrada de 1000 Yenes, unos diez euros, y puedes visitar todos los monumentos, menos una tumba y una talla de un gato dormido, que se paga a 5 euros extra su contemplación.


Lo más famoso para ver es el Toshogu, uno de los santuarios más ricamente decorados de todo Japón o el mausoleo de Tokugawa Ieyasu, fundador del Shogunato de Tokugawa.


Shogunato significa "Gobierno desde la Tienda" y como el nombre indica eran gobiernos militares que se fueron sucediento en distintos periodos de la historia de Japón.


La verdad es que los trabajos de tallas de madera que hay por todos los rincones son espectaculares.  Y es que para su construcción se trajerón 15.000 artesanos de todo el país.


La talla más famosa es la de los tres monos sabios. Que se tapan los ojos, la boca y los oidos como diciendo, ¨No digas nada malo, no pienses nada malo, no escuches nada malo¨. 


Al ser domingo se podía ver algunas mujeres vestidas con traje tradicional. Muy primaveral.


Importante también el puente sagrado de Shinkyo, que se usaba antiguamente para acceder a los santuarios.
La zona de templos la ves en unas tres horas, pero Nikko es también Paque Nacional  y esta lleno de rutas de montaña, lagos y cataratas. Aunque para aprovecharlo tendrías que quedarte a dormir aquí por lo menos una noche, sino no da tiempo a hacer ninguna ruta.



Yo sólo pude coger un autobus y subirme a ver el lago Chuzenji . Es un lago de montaña muy bonito desde el que se ve el monte Nantai, que es un monte sagrado desde el siglo 8 al que no podían acceder  hasta 1872 (lo cuento como era), ni mujeres, ni caballos, ni vacas. Lo utilizaban principalmente ascetas que acudían a retirarse por algunos periodos a meditar allí.


Cuenta la leyenda que una doncella intentó cruzar el lago para llegar al monte sagrado, pensando que no le pasaría nada puesto que había consagrado su vida a Dios, pero se hundió y quedo convertida en piedra.l Esa piedra se puede visitar y se llama la Piedra de la Doncella.

Después poco a poco fue pediendo el caracter sagrado y se convirtió en un sitio de veraneo para ricachones europeos afincados en Japón.

En la zona hay más de 40 cataratas, pero por tiempo yo sólo pude visitar las que están más cerca del lago, que se llaman Kengo.

Y después de ver las cataratas me cogí de nuevo el autobús para bajar al pueblo, unos 40 minutos, después tren a Tokio 3 horas, y de allí a Yokohama, 1 hora. Un poco paliza pero mereció la pena porque hizo muy buen día, y eso es raro por aquí.



miércoles, 11 de abril de 2012

Sakura

Japón está de fiesta, ha llegado el Sakura, la fiesta de los cerezos en flor.


Es una de las tradiciones más importantes de Japón, cuando llega la primavera y los cerezos florecen por toda la ciudad se organizan "Ohanami" que consisten en reunirse debajo de un cerezo en flor y comer y beber con la familia o los amigos.



En Japón hay muchos cerezos, pero hay mucha más gente, asi que imaginaros cómo se ponen los sitios más populares para ir a hacer "Ohanami" como son el parque de Ueno o el rio Nakameguro.



Este año tenían muchas ganas de celebraro porque el año pasado pilló justo en medio de la crisis nuclear de Fukushima y como es normal la gente no estaba para celbraciones.


Este año, justo un par de días antes del Sakura, hubo un amago de tifón que dejó vientos de más de 100Km por hora en Tokio. Y yo pensaba, como se les estropee el Sakura va a ser una conmoción nacional. Por suerte los cerezos aguantaron muy bien y apenas perdieron algunas flores.



Ohanami significa literalmente "Mirar las flores", pero hay un dicho japonés que dice que "Prefiero comer y beber que mirar las flores durante el Sakura".



Así que yo creo que es una excusa para que todos los japoneses por un día salgan a la calle a  hacer botellón.



Eso sí, ponen lonas en el suelo y se descalzan. Y no solo recogen luegop la basura que dejan sino que además reciclan.

Pero eso sí ese día ves gente durmiendo por los suelos, cayendose por las esquinas y en el metro huele a sake que echa para atrás.

Como podréis ver en las fotos, el sábado hizo un día horrible de frío, y el cielo completamente encapotado. Sin embargo el domingo amaneció un cielo muy despejado y azul.


A mi me invitaron a un Ohanami el sábado por la noche. Que frío pasé, encima al lado del río.

Eso sí como eran estudiantes de español y del grupo avanzado (siempre me lo recalcan), pudimos hablar y me contaron muchas cosas sobre el Sakura y otras historias de Japón.



Además cerca del río ponen casetas, y una de ellas era española, así que durante el Sakura comimos jamón y bebimos vino tinto, aunque eso sí, peleón peleón.












viernes, 6 de abril de 2012

Kanamara Matsuri

El domingo pasado se celebró en Kawasaki uno de los festivales más llamativos y singulares de Japón y me lo perdí.

Kawasaki está a sólo 20 minutos de tren de Yokohama con lo que hubier apodido ir facilmente y no me enteré a tiempo. Aunque la verdad no se si lamentarme o alegrarme ...

Se trata de una fiesta sintoista dedicada a la fertilidad en el templo de Wakamiya Hachiman-gū. Se celebra en el primer domingo de Abril coincidiendo con la llegada de la primavera.

Se realizan numerosos actos en el templo, procesiones, comida y mucha gente que acude a ser bendecida.

La particularidad es que esa fiesta se llama también fiesta del ¨Pene gigante de hierro¨, porque toda esta celebración sucede en torno a un pene gigante que se venera y se saca en procesión.

Tambíén con forma de pene son los amuletos, la decoración e incluso alguna de la comida que allí se ofrece.



Creo que con las fotos os podréis hacer una idea ...

martes, 3 de abril de 2012

Otras cosas que hacer en Yokohama


Por si acaso os tocara veniros a vivir a Yokohama, que nunca se sabe, aquí van algunas ideas para que no os aburráis. La primera por supuesto es ir a cenar a la Taberna de Salinas.

Si echáis de menos una ambiente más europeo, en la zona de Motomachi hay una colina con las casas que los expatriados, bien diplomáticos o bien comerciantes con posibles se construían a principios de siglo.

Es una zona de montaña muy agradable y puedes visitar las casas por dentro para cotillear cómo vivían los extranjeros ricos en Yokohama. Conservan muebles, fotyos y escritos de la época.



Otra opción es el jardín Sankeien, el más grande de Yokohama con 154.000 m2. Se lo construyó un magnate de la seda y hasta aquí se trajo edificios importantes de Kyoto y otras partes de Japón.
Como véis aquí los ricos no se liaban con modelos, conducían coches caros, compraban equipos de futbol o navegaban en yates.


Al sur de Yokohama, en la zona de Ofuna, a mitad de camino hacia Kamakura, podéis visitar esta estatua gigante de "Godess of Merci". En este lugar han traido piedras de Hiroshima y Nagashaki para que nunca se olvide esta atrocidad y que la gente rece por la paz.



Y muy cerquita de allí, con un autobús y un buen mapa puedes entrar en unas cuevas con esculturas en la roca talladas hace 7 siglos y encontrate completamente sólo, pues poca gente las conoce.


En total tienen un kilómetro y medio, aunque están abiertas sólo 400 metros. Algunas partes están derrumbadas por tantos terremotos que han sufrido.


En la zona e Kannai, puedes ir al Bar de Paco, "El Encanto" a tomarte una paella y una San Miguel.


Otro plan es ir a algún templo a ver si hay suerte y ves una boda japonesa.


Y depués despedir a los novios.

Siempre es un buen plan volver a Kamakura porque te quedará algo que ver.



Puedes ver el Buda Gigante con otros ojos.



E incluso entrar dentro.


O visitar más y más templos.



Todos ellos con sus jardines japoneses.



Puedes ir en busca de las huellas de Buda.


Y seguirlas hasta la playa de Kamakura.



 Y también ver una cueva con tallas budistas. Sólo que en esta tienes que hacer cola porque si que la conoce la gente.


 En fin, al final te pones a sumar y Yokohama no está tan mal. Pero si lo que quieres es más acción pues en menos de una hora estás en el centro de Tokio.




lunes, 2 de abril de 2012

La Taberna de Salinas

Como decía la canción de la serie "Cheers", a todos nos gusta ir a un lugar donde conozcan nuestro nombre.Pues bien, eso en Japón es difícil, pero no imposible. En mi caso lo he conseguido en "La Taberna de Salinas".

Como trabajador japonés que soy ya, después de una larga jornada en la oficina me quedan dos opciones cuando salgo. La primera es irme al Seven Eleven o equivalente y coger comida preparada para llevarme a mi triste apartmento de 25m2. La otra es irme a cenar fuera a compartir mis penas con otros en mi misma situación.

Yo suelo alternar las dos cosas, y de vez en cuando investigo nuevos sitios para cenar. El que no se arriesga no gana.
En Japón a las tabernas se les llama Izakaya, las hay grandes con mesas en pequeños reservados para reunirse con los amigos, o las hay muy pequeñas, normalmente en callejones o debajo de las vias cerca de las estaciones, más pensadas para una persona sola o máximo dos.

La "Taberna de Salinas" está en un callejón cerca de la estación de Yokohama. En la foto podéis ver el callejón. Si bien en estos sitios no hay nada escrito en inglés ni los camareros suelen hablarlo.



El caso es que me animé a entrar en una de las Izakayas del callejón. Entré, saludé, me senté y pude pedir con mi japonés básico. Pero la señora de la barra se debió pensar que hablaba bien el japonés porque no paraba de hablarme y de contarme cosas, a lo que yo respondía que se equivocaba, que mi japonés no daba para más.

En estos sitios la gente suele relacionarse mucho y hablar unos con otros. Rápidamente se percataron de mi y me convertí en la novedad del día. Les dije que era español, que les encanta, y rápidamente empezaron a decirme lo que saben de España, Real Madrid, Barcelona, Ronaldo, Messi, y poco más.



La gente era encantadora y quería hablar conmigo, pero la barrera del idioma no daba para más. Una pena porque el ambiente incitaba a una larga amistad, pero faltaba una chispa para que ese momento fuera completo. Y ésta llegó cuando les dije dos palabras, "Julio Salinas". Inmediatamente comprendieron y estallaron de júbilo y brindamos como sólo aquel que ha tenido a Julio Salinas en su equipo puede entender. Desde ese momento, amigos para siempre. (Julio Salinas jugó en el Yokohama Marinos).



Desde entonces he vuelto 4 o 5 veces, y me he llevado a Agustín, mi vecino, a sus amigos del fútbol, y a un compañero de trabajo. A todos les encanta.

A veces me invitan a probar cosas nuevas que yo no se cómo pedir, como wasabi al natural, que es un rábano, pero que pica igual que la pasta, o el Sake caliente, que es como lo toman ellos muchas veces cuando hace frío.

Gracias a que algún día había gente que hablaba inglés, como los chicos de la foto, ya se que son un matrimonio que lleva 30 años ocn la taberna, y que el hombre tiene un amigo que vive en España y que le manda comida. Lo que más le gusta, los torreznos. "Comida de gitanos", me decía.

Y esta es mi taberna de Japón. Seguro la echaré de menos cuando vuelva.