martes, 3 de agosto de 2010

Australia. Melbourne

Eran casi las doce de la noche cuando aterrizamos en Melbourne, en el estado de Victoria. El vuelo habia sido de tan solo 7 horas, nada comparado con las 6 semanas de barco que tenian que soportar los primeros emigrantes que se establecieron aqui por cientos de miles durante el siglo XiX.


La verdad es que era muy emocionante estar por fin en Australia. Yo creo que para muchos es un sueño desde niños el poder ir al otro lado de la tierra, a las antipodas. Entonces pensabas que si ibas a Australia ya no podias ir mas lejos, bueno si, a Nueva Zelanda, pero eso lo sentias casi como ir al fin del mundo o a la luna. Si es que Nueva Zelanda existia realmente.

Al salir del aeropuerto lo primero que notamos fue el frio del invierno en el sur de Australia. El forro polar y la sudadera, tiempo dormidas en el fondo de la mochila, se unieron a gorro y guantes para tratar de reconfortarnos.

Ademas de un pequeñisimo jet-lag, casi mas sufriamos un civilization-lag. Estabamos de nuevo en el primer mundo y era una sensacion familiar pero extraña. De un primer vistazo los australianos parecian gente normal, por supuesto alguno llevaba sombrero tipo cocodrilo dundee, pero andaban como nosotros y no boca abajo o algo parecido.


Otro shock importante fue cuando comenzamos a ver los precios de las cosas. Sabiamos que Australia era mas cara, pero tanto?.

Los alojamientos mas baratos, preparados para gente joven y en dormitorios comunes , rondan los 40 euros por noche los dos. Eso ya es gran parte del presupuesto diario asi que ya contabamos con que en Australia no ibamos a tener mucha intimidad y no podiamos permitirnos habitaciones dobles. Pero cuando llegamos al hotel ya eran casi la 1 de la mañana y al entrar en el dormitorio intuimos en la oscuridad a 8 veintipocoañeros apiñados en 4 literas con cartones de pizza y montañas de ropa por el suelo. No atinabamos a ver nuestras dos literas, solo a un grupo de hooligans en pleno extasis roncador y una gran bandera de Gales que colgaba de una de las literas.

Por primera vez en el viaje me senti mayor. Aquello era demasiado para mi. Mire a Lucia y pude ver lo mismo en su cara. Asi que baje a recepcion y el tipo me dijo "Hay algun problema con la habitacion?" a lo que yo respondi "No, solo que hay 6 cabestros roncando y no soy capaz de ver mi cama entre las montañas de pizza. Podemos hacer un upgrade a dormitorio de 4?". Y asi hicimos.

Todos los alojamientos de este tipo en Australia tienen una gran cocina comun para que la gente pueda cocinarse su propia comida y ahorrar. Asi que cambiamos el habito de comer fuera y recordamos lo que era ir al supermercado a comprar pan, verduras, carne y luego cocimartelas tu. Eso ha hecho que en Australia sea el sitio donde hemos comido mas comida española, todos los dias desayunabamos pan con aceite y tomate.Tambien yo aproveche para recordar lo que era carne de verdad. En Australia hay una ternera buenisima y muy barata. Por supuesto tiene que llevar el sello de "Hecho en Australia". Canguro no probamos, y koala por supuesto tampoco, ni habia.


El hostal estaba en el bario de Santa Kilda. Una zona de playa muy popular en los años 30 que luego entro en decadencia para poco a poco irse repoblando con gente bohemia y ahora ser una zona "cool" de cafes y terrazas. Tiene un playa pequeña, un puerto y muelle con un pequeño kiosko muy emblematico en donde en cierta epoca se recibia a las grandes personalidades que atracaban en Melbourne.

Como deciamos en la epoca de la depresion, en los años 30, se convirtio en la zona de recreo popular y barata de los melbourneses, de esa epoca quedan algunos teatros y un parque de atracciones algo fantasmagorico, el Luna Park.


No hace falta mas de media hora de paseo por la playa y el barrio de Santa Kilda para darte cuenta que es un lugar precioso para vivir. Las casas, los jardines, el mar, una atmosfera tranquila, todo muy limpio y cuidado, es una maravilla.


Desde el barrio se puede ir al centro de Melbourne, a la city, en tranvia. La city, con epicentro en Federation Square, es una mezcla de arquitectura colonial victoriana con rascacielos modernos, grandes avenidas, parques y mucha vida de cafes y restaurantes. Algo mas bulliciosa que Santa Kilda, pero sin grandes atascos, es tambien una zona perfecta para vivir.


La ciudad se establecio en torno al rio Yarra por los primeros colonos, que no eran presos, y tuvo un gran boom a raiz del derscubrimiento de oro en los alrededores. Esto atrajo a riadas de inmigrantes desde la metropolis y a numerosa mano de obra barata desde China. Tanto fue que la inmigracion china fue prohibida y ciertos se crearon ciertos movimientos antichinos, aunque por supuesto la ciudad cuenta con un gran y animado Chinatowm.

Todo esto se puede ver en el museo de la inmigracion. Alli se cuenta la historia de los millones de emigrantes que llegaron a Australia desde todo el mundo a lo largo de los ultimos dos siglos. Se recrea un barco de la epoca para poder ver  las duras condiciones del viaje de 6 semanas desde Europa, se conservan cartas y diarios de algunos pasajeros, y se puede ver la evolucion de las politicas inmmigratorias que sufrieron varias fases, algunas de apertura total, otras de "Solo Blancos" o "Solo Britanicos", hasta una actual apertura a cualquier nacion, pero con condiciones y mucho control.

Asi durante los dos primeros dias, desayunabamos pan con tomate hasta quedar exhastos, lo que nos permitia nos pateamos la city de arriba a abajo, algunas veces bajo la lluvia y siempre con frio hasta las 7 de la tarde. Entonces ibamos a Coles, el supermercado de la zona, y comprabamos nuestra cena que nos preparabamos en la cocina del hostal . Australia, y especialmente los estados de Victoria y South Austrlia, son famosos por su vino, asi que algunas noches nos comprabamos una botellita y la verdad es que son muy buenos.  

 El sabado por la mañana las cosas mejoraban porque habiamos quedado con Ross, un amigo Australiano con el que trabaje en Ericsson en Taiwan. Teniamos un guia local, y de los buenos. Nos reencontramos con Ross, despues de varios años, en el hostal. Y nos fuimos con el fuera de la ciudad.

Paramos primero en una pequeña reserva de animales donde pudimos ver y dar de comer a canguros, wallabies (canguros pequeños), y ver koalas, wombat, demonios de tasmania y mucha otra fauna australiana.


Fijaros como asoma la cabeza esta cria de wallabi de la bolsa de su madre.


De alli fuimos a comer algo rapido pero tipico australiano, pasteles y hojaldres de carne, porque a las 6 en punto teniamos que estar en Phillip Island (donde el gran premio de MotoGP) porque a esa hora, puntuales, salen los pinguinos (no tengo dieresis) del mar y comienzan a subir hacia las laderas para reposar despues de varios dias de pesca intensiva.


Y es que es una atraccion muy famosa el acudir al anochecer al mar a ver los desfiles de pinguinos que salen en grupitos del mar, y con su famoso y torpe caminar se empiezan a distribuir por las dunas con arbusto de la zona para, segun la epoca,  aparearse, cuidar de las crias o simplemnete descansar despues de la pesca. Esa noche salieron unos 150 pinguinos o algo asi, de la raza enana, y nos encanto. La pena es que no se puedan hacer fotos.

Cuando te marchas de alli te recomiendan mirar debajo del coche por si acaso se te ha metido alguno al calorcito del motor.


A la mañana siguiente amanecio soleado y nos dispusimos a pasar un domingo realmente australiano. Quedamos con Ross y Courtney, su cuñana, en la estacion de Fraiser Street, una de las mas centricas y famosas para quedar. Decir que nos vemos en la estacion y concretamente "Under the clocks", es como quedar en el oso y el madroño de la puerta del sol.

Primero paseamos a orillas del rio Yarra, con el parlamento y otros edificios coloniales en la otra orilla y la gente llenando las terrazas ante la aparicion de algun que otro rayo de sol. El paseo inlcuia pasar por el Rod Laver Arena, las pistas donde se juega el Open de Australia de tenis.


Para terminar en el punto algido, en lo mas autraliano del dia que fue ir al Melbourne Criquet Groung (MCG), el campo mas mitico de la ciudad, a ver un partido de futbol australiano entre los Melbourne Demons y los Sydney Swans.

El MCG se construyo en 1838, aunque se fue aumentando y mejorando en epocas posteriores. Actualmente tiene una capacidad de 100.000 espectadores aunque en los años 70, cuando los controles eran menores, se llegaron a contar hasta 130.000 espectadores en algun partido. Fue el estadio principal de los juegos olimpicos de melbourne de 1956 y todos los grandes partidos de criquet se han jugado aqui, todas las leyendas tienen su homenaje en este estadio, y ha estado siempre en activo excepto en la segunda guerra mundial  que se utilizo con propositos militares.

El estadio es impresionante, y habia bastante ambiente ese dia para el partido. Los Melbourne Demons, el equipo de Ross, ganaron varias grandes finales hasta los años 60 y desde entonces y especialmente ahora no estan precisamente en su mejor momento. Llevan dos años seguidos acabando en las ultimas posiciones aunque eso les ha permitido poder llevarse a los mejores jugadores del draft del año siguiente, ya que en futbol australiano se utiliza esa politica para hacer la liga mas equilibrada. Por esa misma razon hay tambien topes salariales para el conjunto de la plantilla.


Con paciencia Ross nos explico las reglas del futbol australiano, mas parecido al rugby que al futbol. Se anota chutando entre los palos, como en rugby. 6 puntos si entra entre los palos centrales, 1 uno entre los laterales. No hay ensayos.


Los partido comienzan mostrando las pancartas que los aficionados preparan para los partidos, conmemorando alguna efemeride o simplemente para animar al equipo. El equipo cuando salta al campo lo hace pasando por debajo de la pancarta, Los Demons visten de azul y rojo y salieron entre la ovacion del publico cantando su himno.



Para nuestra sorpresa, y luego entendimos para la de todo el estadio, en los primeros 22 minutos los demons anotaron 8 goles (48 puntos) y no fallaron ni un solo tiro a palos. Jugaban como si fuera un juego de ordenador, con tiralineas.  "Que facil es esto", pensamos, pero ya nos dijo Ross que era la primera vez en la temporada que los veia jugar asi y que el estaba abslutamente alucinado (y encantado).


La paliza fue monumental, en algunos momentos los demons tuvieron una ventaja casi de 100 puntos, algo no visto en toda la temporada. Eso hizo que el partido fuera poco emocionante, pero vimos goles de todos los colores. Al final bajaron algo el piston y acabaron ganando de 73 puntos, 142-69.

Despues del partido tomamos algo caliente para templarnos, nos despedimos de Ross y Courtney y nos subimos al autobus que esa noche nos llevaria hasta Sydney.

2 comentarios:

  1. Wow you really listened well to my expert tourist guide speak.

    Luckily for me the internet has great spanish to english translators :.)

    The Melbourne Demons welcome Salva and Lucia as the ultimate "good luck" charms to come again to watch our team

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  2. Hola, viajeros: No se si todavía estaréis en Australia , me parece que no. Ves, a mi si que me hubiera gustado viajar alguna vez allí., si no estuviese tan lejos. Me conformaré con lo que nos conteis en el blog y cuando volvais.
    ¿no os apetece volver ya?
    "De ilusión también se vive"
    Un abrazo muy fuerte de todos nosotros

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