Katmandú

Cada vez que comienza la temporada de formula 1 y especialmente en grandes premios como el de Malasia toda la prensa destaca el enorme desgaste por el calor y la humedad que sufren los pilotos lo que les lleva a adelgazar un par de kilos durante la carrera. Asi mismo comentan la fuertes acelraciones de 4 o 5g que sufren en el cuello por las curvas.

Pues bien, el gran premio de Malasia desgasta lo mismo que un tren turístico en Benidorm comparado con nuestro viaje Benares-Katmandu.

Estos son los datos técnicos de nuestro multiplaza:

Vehiculo: Autobus local Tata F 1981
Velocidad máxima: 40 km/h
Duración de la carrera : 35 horas con noche en motel de la frontera
Temperatura interior:  47 c
Ergonomia: Nula
Boxes: Ver foto
Catering: te y huevos duros
Gs soportadas: 9g (nivel 9 en la escala guarrería de Torrente)

Además al llegar no nos esperaban azafatas, masajistas, prensa y miles de euros como a Fernando Alonso sino un taxi tamaño 127 conducido por un amable y enjuto nepali que nos llevó hacia el centro en busca de cama, ducha y comida caliente.

Ahora en serio, el viaje durillo pero como todos los viajes en transporte local fue instructivo e interesante por ver como vive la gente en los distintos pueblos por los que pasamos. Ademas vas viendo los distintos paisajes, agricultura y viviendas en distintas partes del pais.

La forma de vestir de las mujeres es muy parecida a la India pues tambien utilizan sharis, los hombres mayores visten con chaleco y el gorro tradicional, aunque entre la gente joven se va perdiendo la tradición y abundan mayoritariamente vaqueros y camiseta

Kathmandu, al igual que comentamos de Mandalay, tiene un nombre que evoca altas montañas, verdes valles y transparentes riachuelos. Y no hace mucho segun nos cuenta la gente de alli era así, pero por desgracia le ha sucedido lo mismo que auchas capitales asiáticas y el desarrollo urbano descontrolado la ha convertido en una ciudad muy polucionada y con los ríos mas sucios que recordamos.

Si bien lo anterior es cierto y para nosotros la descartaría como sitio para vivir también es verdad que se pueden encontrar rincones muy interesantes, gente encantadora y una gran devoción y espiritualidad en los lugares sagrados.

En el centro de la ciudad destaca Durbar Square, o plaza de la coronación, allí se encuentran edificios reales y templos medievales en lo que seria un equivalente a nuestra plaza mayor. Muchos templos son en madera o por lo menos tienen de medera ventanas y balcones labrados con un detalle impresionante. Muchos de los templos tienen imagenes eróticas, bueno algo más que eróticas en muchos casos.

De visita obligada también son las estupas de Swayanbhu al oeste y sobre todo Boudanath al noreste.

La estupa de  Swayanbhu está en una pequenya loma a la que se asciende por unas escaleras empinadisimas acompanyado siempre por grupos de monos que campan a sus anchas por el bosque cercano o por las mismas estupas.

La estupa de Boudanath es uno de los centros de peregrinaje budista mas importantes de Asia. Antiguamente, cuando el valle de Kathmandu estaba en las rutas comerciales o espirituales hacia el Himalaya los viajeros acudían a pedir protección antes de la dificil partida o a agradecer la feliz llegada en otros casos.

El origen y construcción de la estupa se pierde entre mitos y leyendas.

Cuenta una de ellas que durante el reinado del rey Dharnadera, en el siglo IV, una terrible sequía azotaba el valle de Kathmandu.

Desesperado, el rey consultó a sus astrólogos que le dijeron que los dioses pedían a cambio de la lluvia el sacrificio del hombre mas virtuoso del reino.

El rey concluyó rápidamente que los hombres mas virtuosos del reino eran él y sus hijos, por lo que decidió sacrificarse él mismo y pidió a uno de sus hijos que le cortara la cabeza.

El hijo cumplió la voluntad del padre pero al hacerlo la cabeza del rey salió volando hacia uno de los templos de la ciudad. Arrepentido y asustado por el augurio el hijo consulto como enmendar su pecado a lo que se le dijo que lanzara un Gallo a volar, y en el lugar donde se posara debía construir una estupa.

Durante la construcción de la estupa continuaba la sequía por lo que dice la leyenda que el agua para la obra se obtenía escurriendo paños humedecidos con el agua del rocío de la mañana.

Alrededor de la estupa existen muchos monasterios y una comunidad de refugiados tibetanos importante. El dia que nosotros fuimos, por la tarde la estupa se llenó de gente que acudía con sus rosarios a dar vueltas alrededor o a ver una ceremonia que tuvo lugar en las puertas en donde la gente ofrecía comida, sobre todo arroz hasta hacer una pequeña montaña, mientras los monjes recitaban y tocaban los instrumentos tradicionales.

Para dormir nos alojamos pegados a la zona turística, thamel. Esta zona esta absolutamente invadida por tiendas, agencias de viajes y restaurantes como en pocos sitios.

Para comer evitamos los restaurantes turísticos y siempre buscamos los mas familiares y locales, bien nepalís o tibetanos,  en donde te cocinan mucho mejor y mas barato. En uno de ellos hicimos un descubrimiento fundamental, el queso de yak.

Es el primer sitio de Asia que encontramos queso local y riquísimo, como una mezcla de gouda y parmesano, que nos quitó casi todo el terrible mono de queso que sufríamos. Hasta ahora solo habiamos visto queso manchego en Bangkok, pero a 60 euros el kilo !!

Por la zona estaba Edurne Pasaban, paseando como una turista mas, con la pequeña salvedad que ella acababa de coronar el Anapurna y con él no se cuantos ochomiles.

Es una pena porque en Nepal solo podemos estar unos pocos días y eso hará que no podamos conocer las zonas de montaña que serán todo lo opuesto a Kathmandu.

Pero así tenemos excusa para volver.