martes, 26 de enero de 2010

Kampot. Parque Nacional de Bokor.

Kampot es una tranquila ciudad de provincias a orillas del Mekong. Fundada por los franceses en el siglo XIX es conocida mundialmente por su pimienta. En la época de las colonias no había restaurante que se preciara en París que no ofreciera pimienta de Kampot. Y es que es realmente excelente.



Kampot tiene menos de 40.000 habitantes y en un par de horas lo puedes recorrer. Asi que nos marchamos a los alrededores en donde, entre los campos de arroz, se encuentran un grupo de cuevas y en una de ellas engarzado entre las estalactitas un templo Khmer.

Pero la visita más interesante desde Kampot es el parque nacional y estación de montanya de Bokor.

El parque nacional ha sido tradicionalmente una de las zonas de mayor biodiversidad de Camboya. En él puedes encontrar todavía tigres, elefantes, osos y al pobre pangolín al que están masacrando pues la medicina china le atribuye enormes propiedades y pagan muy bien el kilo. Y eso en un pais pobre como Camboya es el fin.

Durante la época colonial el parque nacional de Bokor era un lugar muy remoto al que solía acudir a cazar el rey de Camboya montado en su elefante real. Los franceses no pisaban esta zona lo cual hizo que un gran número de prisioneros y semiesclavos prófugos camboyanos se refugiaran en estas montanyas.

Cuando el rey acudía con su elefante le salían al paso y le pedían ayuda y alimentos. El rey se comprometió con ellos, pero tantas visitas hicieron sospechar a los franceses que descubrieron el pastel y montaron un guarnición permanente en las zonas más altas.

Poco a poco se fue aumentando la presencia en la zona debido a su naturaleza, la caza y sobre todo porque durante 8 meses al anyo la cumbre suele estar cubierta de neblina y hace hasta frio, lo cual era un lujo en Indochina.

Así que el lugar se fue haciendo cada vez mas popular como lugar de vacaciones de los franceses y a costa de la mano de obra camboyana se construyó una carretera, una iglesia católica, un puesto de correos y un grandioso hotel casino.

Con la independencia de Camboya el lugar estuvo un anyo abandonado y posteriormente fue retomado por la élite camboyana. De esta época se cuenta que mucha gente se arruinaba en el casino y después se arrojaba por los acantilados que se encuentran a sólo 20 metros de la puerta del casino (un poquito de mala leche no poner una valla).


Cuando llegaron los khmeres rojos al poder tomaron el lugar como punto estratégico, fácilmente defendible y desde donde podían lanzar misiles de corto alcance tanto a Thailandia como a Vietnam. Se acuartelaron en el gran hotel casino y en la iglesia, en donde construyeron cocinas y letrinas que se pueden ver perfectamente hoy en día.

Hacia el final de la guerra el ejercito vietnamita consiguió ascender  a la montanya por otro camino y tomó el hotel casino. Los khmeres rojos retrocedieron y se acuartelaron en la iglesia, a 500 metros de distancia,  y durante 5 meses  se estuvieron disparando de un lado a otro, si bien por lo que nos contaba el guía debió llegar un momento en que aquello era como en la pelicula La Vaquilla.

De todo aquello ha quedado un lugar fantasma con todos los edificios abandonados y tiroteados. En el gran hotel todavia se pueden ver entre los escombros los azulejos de los suelos y los gresites de los banyos.

Pero actualmente una empresa china ha comprado la montanya y está construyendo un megahotel casino y posteriormente una urbanización para millonarios. La historia se repite.

Nuestra visita al parque incluía un trekking y después la visita a la estación abandonada. Pero el supuesto trekking se convirtió en 3 horas de subida del Mortirolo porque los chinos han cortado el primer tramo de carretera  y hay que subir la montanya a pie. Ibamos con policía armado supuestamente por los animales, pero con el ruido de las obras de la carretera no vimos ni rastro. Después nos metieron en el remolque de un camión y subimos a la estación de montanya por el tramo de camino polvoriento que amablemente sí dejan transitar los chinos.

En la excursión nuestro guía se llamaba Tree. Es toda una institución en el parque y cuenta que se escapó de un campo de exterminio de los khmeres rojos cuando le iban a matar junto a su hermana (ella no pudo escapar al igual que sus padres), después se escondió él sólo durante 2 anyos en la montanya hasta que se unió al ejercito vietnamita para luchar contra los khmeres. Una vez acabada la guerra se unió a naciones unidas para limpiar de minas la zona y ahora es guía del parque.


A la vuelta nos tocaron otras 2 horas de descenso del Mortirolo a 30 grados de los de aquí. Pero una vez repuestos pensamos que la visita merece la pena.

3 comentarios:

  1. ...Y a la tercera va la vencida. Tres veces he escrito el mensaje , no se que es lo que hago mal. Voy a intentarlo otra vez y si no ya lo escribiré mañana.
    Me gustan y me distraen mucho las narraciones de vuestros viajes y la verdad es que también empiezo a conocer Asia, para mi, la gran desconocida. Los paisajes me están gustando mucho.
    Os habeis perdido otra nevada en Madrid. Este fin de semana yo quería haber ido pues se ha celebrado la feria del turismo (Fitur) pero al final no me decidí. Otro años será.
    ¿Cómo os resultó la cena? imagino que muy bien y apetitosa, a vosotros os gustan ese tipo de comidas.
    Un abrazo muy, muy fuerte y VER SI HAY SUERTE Y SALE.

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  2. Pues para el Mortirolo, ya sabéis lo que hacía Pantani: Dopamina, EPO; seguro que los chinos comercian también con ella.

    ¡Qué leches hacen ahí los chinos y además haciendo un megaedificio allí! Aquí huele a corrupción urbanística tipo Ca-Chu-lín Mu-ñoz.

    El guía vaya héroe, es una especie de Pianista de Polanski pero con los ojos más achinados todavía que Adrian Brody.

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  3. Mmmmm que leches es un pangolín??

    Desde luego, los franceses van llevando las prosperidad por donde van (Argelia, África central, Marruecos, no digamos Haití...). Es lo que pasa cuando se levanta un imperio de pacotilla a marchas forzadas y de improviso...

    Y aún me tengo que oir comentarios de amigos franceses criticando la colonización española, que tendría sus defectos, pero tenía otro espíritu, y desde luego ha dejado países con muchos problemas (y quien no los tiene), pero maravillosos y mucho más desarrollados. He dicho. ;-)

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